¿y qué?
¿Qué si hoy te dijera que no tengo tiempo de escucharte? ¿Qué si te dijera que hoy no te considero? ¿Qué si ya no perdiera mi tiempo preocupandome más por ti? Entonces y sólo entonces desearias mi normal y a veces confuso...¿Cómo estas? Me extrañarias. Desearías que hiciera esa llamada que hago cada semana, sólo para asegurarme que no has puesto un fin, no fatal, pero existencial a tu vida. No tengo nada más que decirte. Es mi sentimiento de amor y hermandad el que no me permite dejarte morir. Es la amistad, la que tuvo llantos y risas en medio de ella. No puedo dejarte morir y no sentirme mal. No puedo verte morir y no reclamarme nada al final. Estoy aqui para ti.No tengo nada que reclamar.
-emmita
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