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Extraño mi rutina. La extraño mucho. Ando de las sodas a vino nuevo, de vino nuevo a quién sabe donde. Total que no he tenido un rato para estar aquí, para pasar tiempo con Dios, para escribir, para ver la tele! Todo el mundo dice que la rutina es mala, en algunos casos lo es. Pero para mi, la rutina funciona muy bien. No me da verguenza aceptarlo: Soy una persona rutinaria. Me gusta, me gusta saber que voy a hacer después. No me gusta la rutina en mi relación con Dios. Pero por ejemplo con mis amigas, siempre termino haciendo lo mismo y aunque un dia me aburra o algo asi, al fin y al cabo sé lo que sigue.Creo que no tengo mucho espíritu aventurero. Ni modo
-emmita
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