Heb. 11
Me sé el capítulo de Hebreos 11 quesque de memoria (digo quesque porque ya se me esta olvidando), pero hoy lo leí con mi mamá y me pegó (no mi mamá, los versículos):
27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
¡Como viendo al invisible! Su fe sobrepasaba sus sentidos, él sentía que podía ver a Dios. Cuando Dios es una realidad en la vida de alguien, ya nada más puede existir.
36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
Yo me acuerdo que cada vez que Jonathan nos leía esto en la escuela de líderes, sus lagrímas fluían. Nunca fue tan real en mi vida como hoy. Lo leí y mi cuerpo sintió el efecto de una verdad tan impresionante. - El mundo no era digno de que estos hombres pisaran la tierra, ellos amaron tanto a Dios que superaron lo terrenal. Vivían en un lugar más excelente que el que caminamos nosotros, porque su fe, los llevaba a estar siempre fuera de este mundo, sólo existiendo con Él. Como me hubiera gustado poder hablar con alguno de ellos, estoy segura que me daría cuenta de que eran más normales de lo que yo pienso. Personas comunes haciendo cosas fuera de lo común.
Viviendo para morir
-emmita
iailwmpc
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