Wednesday, January 11, 2006

eating

Ayer me pasó algo bien raro: Estaba yo orando por mis alimentos, como normalmente acostumbramos en mi casa. De repente sentí la presencia de Dios muy fuerte. Ahí vino a mi mente lo mismo que escribí al empezar el año: Sorpresa. Dios es tan impredescible. Se puede aparecer en el momento menos esperado, por eso es muy necesario que tengamos los sentidos abiertos, muy abiertos a Él.

-emmita
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