Teenagemania
No estudie para ser maestra, y no es la profesión que quisiera practicar por el resto de mis días, pero de una cosa estoy segura: Prefiero enseñarle a adolescentes que a cualquier otro grupo.Ellos tan ilusos, tan inocentes y creyendose todo lo contrario. Tienen tantos años para ser adultos y pasan sin disfrutar su edad por el deseo de la adultez. Creen en el amor a primera vista, en la amistad interminable y en toda clase de utopias.
Cuando uno se vuelve adulto, consune demasiada realidad y ya no tiene la capacidad de ver al mundo idealizado en el que alguna vez creyó. Sin embargo el mundo real se vuelve tan disfrutable. El fruto de las decisiones tomadas es tan nuestro, que decimos; algunos con orgullo y otros con pesar: soy lo que quise ser.
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